El Caballero Oscuro Asciende

Parecía uno más de los tantos estudiantes que hay en tu ciudad o la mía.Siempre considerado normal,pero siempre solo.Socialmente no estimulado,sin nada en que creer ya y donde los estudios y el conocimiento de los libros no fueron más un consuelo,quiso romper con lo establecido como quien rompe un cristal que no permite ver lo que hay al otro lado,y como decia aquel villano maquillado y con cicatrices en su rostro, ser un agente del caos, viendo al mundo arder aunuqe sea por solo unos segundos.Entonces,aquel muchacho que nadie veía,nunca se sintió cómodo en un mundo de apariencia y de imagen,se dio cuenta que el sustrato que nos hace humanos se perdió en artificios materiales y decadencia autocomplaciente.En un momento,su mente se partió, no quiso sentir más,no quiso seguir participando de una farsa avalada implícitamente en cada relación cotidiana y tomó la decisión fugaz y letal de destruir lo único que nos va quedando: la vida.Tal vez no encontró otros caminos para confrontar la realidad, tal vez si lo hizo pero no fue suficiente.Nunca es suficiente.
Nadie jamás sabrá los motivos de su actuar.La sociedad,siempre desesperada por encontrarle respuesta a todo,sufrió un golpe que no esperaba recibir: no hay respuesta.La incertidumbre,dicen,es peligrosa y asusta porque permitiría,entre otras cosas,el libre albedrío,un campo infinito de posibilidades,posibilidades que escapan del control y que pueden llegar a ser contrarias a la norma y al modelo de pensamiento dominante.El día que vi a aquel muchacho en la Corte,compareciendo frente al juez,supe de inmediato que estaba jodidamente solo y olvidado de si mismo.La angustia parecia no importarle demasiado,aún sabiendo que el castigo será implacable.No creo que este arrepentido por lo que hizo,su mirada expresa el vacío de aquel que lo abandono todo para librarse de las ataduras que todos aceptamos llevar

El no es un héroe y esta no es la historia de una gran hazaña.Esta es la vivencia de alguien que quería ser visto y amado.Su locura es manifestación de la descomposición y pestilencia de nuestra sobrevalorada ''civilización''.